Cuando pensé en el título de esta vivencia personal “Caos total”, lo primero que recordé fue uno de esos pasajes que aparecen al comienzo de la Biblia. En Génesis 1:2 se nos dice: “Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo…”
Tengo que confesarte que encuentro bien curioso que algún momento de mi vida era bastante similar a lo que estas palabras expresan; y muy posiblemente, también le encuentres relación con tu propia vida. Lo cierto, es que tres palabras en este pasaje, destacan o resaltan ante mis ojos de manera automática e instantánea. Voy a colocar una vez más el pasaje, pero resaltando y subrayando las tres palabras: “Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo…” Casi que podría hacer una buena paráfrasis de la siguiente manera: “Y Claudio estaba en un desorden tal, y estaba tan vacío, y estaba tan cegado por la oscuridad…” En pocas palabras, un “Caos total”. De hecho, si revisas la palabra caos, notarás que está relacionada con estas mismas palabras.
El no saber de dónde vengo ni hacia dónde voy. El que nada ni nadie pueda llenar ese vacío, que los psicólogos lo llaman “existencial”. El tener ojos y no poder ver. El tener oídos y no poder oír. ¡Qué caos! Pero sabes qué, estoy muy agradecido por todo ese caos en mi vida. Y tú me preguntarás ¿por qué? Bueno, la respuesta es muy simple. La respuesta está en el contexto. Varias de las reglas de hermenéutica destacan la importancia del contexto. Una de estas reglas nos dice que para poder entender un pasaje no tan claro, es necesario leer el contexto inmediato, tanto anterior como posterior. Por lo tanto, te voy a mostrar a continuación el tremendo poder que tiene “el contexto” en este pasaje. El contexto lo leerás en rojo.
“En el principio creó Dios los cielos y la tierra.
Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo,
y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas”
Me imagino que quedaste en las mismas. Te invito a leerlo una vez más… ¿Nada todavía? ¡Déjame ayudarte! El texto en sí está en color azul y el contexto está en color rojo. Nota cómo el contexto rodea el texto por arriba y por debajo. Algo así como una hamburguesa, con la carne en el medio y el pan arriba y abajo. Ahora piensa en esto, aunque el color azul describe un caos total, el color rojo describe la obra que Dios realiza. ¿Lo entiendes ahora? Esto quiere decir un par de cosas interesantes:
Que no importa la dimensión del caos, Dios siempre estará moviéndose alrededor de nosotros.
Que así como el caos viene como consecuencia de la obra creadora de Dios, del mismo modo, la Biblia nos enseña que Dios quiere hacernos su “nueva creación” en Cristo Jesús.
Esta es la razón por la que te dije anteriormente que estoy muy agradecido por todo ese caos en mi vida. ¡Claro que sí! Dios había planeado re-crear mi vida. De manera que tuviera oídos para oír y ojos para ver; que tuviera su Espíritu llenando todo vacío; y que supiera claramente de dónde vengo y hacia dónde voy. Ahora… ¿Sí entiendes?
Bueno, finalmente, si por alguna razón tu vida en estos momentos es un caos total, piensa y considera que Dios ha planeado re-crear también tu vida y desea moverse sobre ti para darte forma por medio de Él.
Dios te bendiga…
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