En ocasiones, he tenido la oportunidad de colocar un aviso de “página en construcción” mientras trabajo en una página Web. También, muchísimas veces he podido ver letreros similares que dicen “vía en construcción” mientras voy por el camino. Lo cierto, en cualquier caso, es que me gusta parafrasear letreros como estos así: “TODAVÍA NO ESTÁ TERMINADO”.
Muy bien, cuando pienso en mi vida, veo claramente un letrero que dice “vida en construcción”. Esto, básicamente significa lo mismo: Una vida que todavía no está terminada, con mucho que aprender, mucho por corregir, actitudes que cambiar, habilidades que mejorar, y paro de contar. Bueno, estoy seguro de que en tu vida, también puedes pensar en los mismo términos.
Recuerdo claramente que las primeras influencias en mi vida, se dieron en el seno familiar. Luego, las influencias que recibí de mis maestros y profesores en el área escolar. Sumándose también las influencias de mis compañeros y amigos. Casi sin darme cuenta, cada persona o situación que se presentaba ante mí, influían en mi vida de una manera muy particular.
Una cosa sí te puedo asegurar, cuando quieres construir algo, no solo necesitas materiales, sino buenos materiales. Y mientras más grande o de envergadura sea lo que quieres construir, más y mejores materiales necesitarás para lograrlo. En términos generales, estoy convencido que ni los “materiales”, ni las situaciones o personas a nuestro alrededor han sido las más idóneas para alcanzar la meta.
En definitiva, creo firmemente que no existe un proyecto de construcción más grande e importante que la construcción de tu propia vida. Por tanto, es vital que comprendamos el papel que juega el arquitecto en todo esto. Recuerda, nosotros somos los constructores de nuestra vida, pero Dios es el gran Arquitecto. Así que… ¡MANOS A LA OBRA!
Dios te bendiga…
Commentaires